«Pensar, actuar y hacer de forma diferente: El camino hacia una salud más eficiente»

La adopción de tecnologías de la información en el sector sanitario es crucial para mejorar la eficacia y la calidad de los servicios prestados. Sin embargo, la implantación de estas soluciones debe ir acompañada de una reformulación de los procesos existentes. Eduardo Antunes, director ejecutivo de Glintt Global y responsable de Glintt Life Hospitals, explica cómo la innovación tecnológica combinada con la gestión estratégica, poniendo como ejemplo el uso de las metodologías HIMSS, puede transformar el sector sanitario y situar al ser humano en el centro de la experiencia.

En la era de la tecnología y la innovación, ¿aprovechan las organizaciones sanitarias al máximo las tecnologías de la información?

En mi opinión, muchas organizaciones del sector sanitario siguen sin aprovechar plenamente las tecnologías de la información. Aunque la tecnología tiene el potencial de mejorar la eficacia, precisión y calidad de los servicios, su adopción por sí sola no basta. Todos sabemos que el sector está sometido a una enorme presión y que seguirá aumentando: con una población cada vez más envejecida, un aumento de las enfermedades crónicas, menos profesionales sanitarios y la posible aparición de más situaciones similares a la última pandemia, tenemos que pensar, actuar y hacer de forma diferente para conseguir resultados distintos.

Es necesario reformular los procesos y adaptar la gestión para que las soluciones tecnológicas aporten realmente beneficios; de lo contrario, es posible que las mejoras y la eficiencia esperadas nunca lleguen a producirse.

La tecnología debe permitir a los profesionales de la salud ganar tiempo, no para utilizar sistemas de información, sino para dedicarse a las personas y a las relaciones entre ellas, de modo que puedan tener lugar la atención, el tacto y la escucha.

Pero, ¿cree que las soluciones tecnológicas que existen actualmente en las organizaciones del sector no aportan valor añadido?

Por supuesto, aportan valor añadido y son esenciales para el funcionamiento cotidiano de las organizaciones del sector sanitario. Sin embargo, el problema radica en cómo se aplican. Las organizaciones sanitarias son muy complejas y deben gestionarse a través de una estructura organizativa bien definida compuesta por varios departamentos, estructuras de personal bien definidas, métricas de eficiencia y productividad establecidas, políticas y procedimientos modernos que se adapten a la prestación de asistencia sanitaria a los pacientes.

Lo que ocurre a menudo es que se adopta la tecnología sin un análisis en profundidad de las necesidades y una reestructuración de los procesos existentes, que deberían ser la base de todo.

La solución no pasa necesariamente por cambiar las soluciones tecnológicas.

¿Cómo cree que deben tomar esta decisión las organizaciones del sector?

En mi opinión, las organizaciones sanitarias deberían plantearse adoptar prácticas y normas internacionales. Un ejemplo son las metodologías HIMSS.

HIMSS (Healthcare Information and Management Systems Society) es un excelente caso de organización sin ánimo de lucro que recurre a la consultoría y cuyo principal objetivo es ayudar a promover una mejor gestión de la información sanitaria, aumentar la eficiencia y mejorar la calidad de la asistencia sanitaria a través de la tecnología.

Para ello, existen varios modelos que deben aplicarse caso por caso, ya que no todas las organizaciones se encuentran en el mismo grado de madurez. Cada organización debe evaluar la adopción y el uso de la historia clínica electrónica, analizar el grado de madurez en cuanto a capacidad analítica e integración de datos.

Es crucial realizar un análisis detallado del estado de madurez funcional y/o procedimental en el que se encuentra cada organización, revisando y optimizando los procesos antes de decidir qué soluciones tecnológicas son necesarias. Sólo así será posible garantizar que las tecnologías adoptadas responden realmente a las necesidades identificadas y contribuyen a mejorar los servicios prestados.

Siendo Glintt Global una de las mayores empresas tecnológicas, con sede 100% portuguesa, ¿cómo han ayudado a las organizaciones en este ámbito?

Desde 2017, Glintt Global, a través de su marca Glintt Life – líder ibérico en healthtech, colabora y apoya a organizaciones del sector de la salud, utilizando especialmente las metodologías de HIMSS.

Nuestros consultores, especialistas certificados en metodologías HIMSS, han trabajado codo con codo con las organizaciones para analizar, reevaluar y validar los procesos sujetos a validación en los modelos HIMSS, independientemente de las soluciones tecnológicas existentes.

Nos centramos en ayudar a las organizaciones a ser más eficientes en sus procesos, más ágiles en sus resultados clínicos, mejorando la seguridad del paciente y la calidad de la atención clínica prestada. Nuestro enfoque innovador y estratégico nos ha permitido participar en diversos eventos nacionales e internacionales para compartir nuestras metodologías y mejores prácticas implementadas a lo largo de los años.

La verdad es que, en los últimos ocho años, al adoptar estos modelos hemos aprendido mucho, hemos reforzado nuestras competencias y hemos contribuido a la evolución de las organizaciones, que hoy son mucho mejores, más eficientes y más ágiles que hace unos años.

La tecnología se ha convertido en un medio para conseguir un fin: simplificar tareas, ayudar en la toma de decisiones y contribuir a una reducción efectiva del tiempo que los profesionales sanitarios dedican a realizar tareas administrativas. Pero para que esto ocurra, tenemos que ser capaces de pensar, actuar y hacer las cosas de forma diferente para conseguir resultados excelentes.

Y nuestra ambición es, como Glintt Life, y utilizando la tecnología, poner al ser humano en el centro de toda la experiencia, contribuyendo a la mejora general de los servicios sanitarios y de la sociedad.

fuente:O Jornal Económico

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