Salud conectada, el camino hacia una atención médica de calidad

Luis Esgueva, director ejecutivo de Glintt Global, responsable del área Glintt Life – Farmacia en España
El concepto de Salud conectada se ha convertido en una auténtica fuerza transformadora en el sector sanitario, capitalizando los avances tecnológicos para ofrecer una atención médica más accesible, eficiente y personalizada. En una era dominada por la digitalización, este enfoque innovador se posiciona como una solución esencial para adaptar la gestión del cuidado de la salud a las necesidades de una sociedad global y en constante evolución. Integrando herramientas digitales en el ecosistema sanitario, la salud conectada se convierte en el medio idóneo para mejorar significativamente tanto la experiencia del paciente como el proceso para vigilar, mantener y mejorar la gestión sanitaria, marcando el comienzo de una nueva era en la medicina y la sanidad en general.

La salud conectada trae consigo múltiples beneficios, transformando fundamentalmente el panorama sanitario

La revolución de la salud conectada trae consigo múltiples beneficios, transformando fundamentalmente el panorama sanitario. Mejora la accesibilidad al permitir que pacientes en ubicaciones remotas o con movilidad limitada puedan acceder a consultas médicas a través de la telemedicina, incrementa la eficiencia del cuidado de la salud mediante sistemas de información interoperables que facilitan una mejor coordinación entre diferentes proveedores de salud, y personaliza el tratamiento de los pacientes al utilizar datos de salud en tiempo real para ajustar las intervenciones médicas a las necesidades individuales, entre otras muchas. Esta sinergia de ventajas posiciona a la salud conectada como un catalizador para una auténtica revolución sanitaria.

La interoperabilidad, uno de los pilares sobre los que se construye la salud conectada, permite la compartición fluida de información de salud entre diferentes plataformas y entidades, garantizando que los datos del paciente estén disponibles cuando y donde se necesiten, de manera segura. Esta capacidad de interconectar diversos sistemas de salud digital no sólo optimiza la atención al paciente, ofreciendo una vista completa de su historial médico, sino que mejora la toma de decisiones clínicas y la eficiencia operativa. Al eliminar los silos de información, la interoperabilidad facilita un ecosistema de salud más integrado y cohesionado.

La interoperabilidad es uno de los pilares sobre los que se construye la salud conectada

Otro elemento indispensable es la telemedicina, especialmente relevante en situaciones como la vivida hace pocos años, con una pandemia global. Ofreciendo una alternativa segura y eficaz a las consultas presenciales, permitió la continuidad del cuidado médico mientras se minimizaban los riesgos de exposición al virus. La telemedicina democratiza el acceso a la atención sanitaria, eliminando barreras geográficas y reduciendo las desigualdades en el acceso a servicios de calidad. Su exitosa implementación ha demostrado el potencial para una integración más amplia en el sistema de salud, sugiriendo un futuro donde la atención médica pueda ser más accesible y conveniente para todos.

Lo cierto es que, cada vez más, la tecnología empodera a los pacientes, promoviendo una participación activa en el propio cuidado de su estado. Con acceso a aplicaciones de monitoreo de salud, plataformas de gestión de enfermedades crónicas y portales de pacientes, las personas pueden tomar un papel más central en su bienestar. Esta mayor participación fomenta una relación más colaborativa entre pacientes y proveedores de salud, mejorando la adherencia al tratamiento y fomentando hábitos de vida saludables. En última instancia, la participación activa del paciente en la salud conectada es fundamental para lograr una atención médica verdaderamente centrada en el paciente.

La participación activa del paciente en la salud conectada es fundamental para lograr una atención médica verdaderamente centrada en el paciente

Sin embargo, lo cierto es que la implementación de la salud conectada enfrenta desafíos significativos, incluida la protección de la privacidad y seguridad de los datos de salud, que son de suma importancia para mantener la confianza de los pacientes. Además, la brecha digital plantea un riesgo de excluir a aquellos sin acceso a la tecnología necesaria. Para superar estos obstáculos, es imperativo desarrollar estándares robustos de ciberseguridad, políticas de privacidad claras y programas que aumenten la accesibilidad tecnológica. Afrontar estos retos de manera efectiva es crucial para asegurar el éxito y la sostenibilidad a largo plazo si realmente se quiere disponer de una Salud Conectada real.

Nuevo enfoque

La realización plena del potencial de esta nueva realidad requiere un enfoque colaborativo y multidisciplinario. La cooperación entre tecnólogos, profesionales de la salud, reguladores y pacientes es vital para abordar los desafíos técnicos, éticos y regulatorios. Establecer un marco regulatorio claro, invertir en infraestructura tecnológica y fomentar la alfabetización digital son pasos esenciales hacia la implementación efectiva. Al priorizar estas acciones, podemos avanzar hacia un sistema de salud que aproveche plenamente las capacidades de la tecnología para ofrecer un cuidado más eficiente, accesible y personalizado.

Un marco regulatorio claro, invertir en infraestructura tecnológica y fomentar la alfabetización digital son pasos esenciales hacia la implementación efectiva de la salud conectada

La salud conectada se perfila como el futuro del sector sanitario, prometiendo transformar la manera en que accedemos y gestionamos el cuidado de la salud. Al integrar la tecnología en el ecosistema de salud, ofrece la posibilidad de una atención más personalizada, accesible y eficiente. Para que este futuro se convierta en realidad, es imperativo el compromiso y la colaboración de todos los actores clave de la industria. Juntos, podemos superar los desafíos y aprovechar las oportunidades que presenta la salud conectada, asegurando un futuro en el que todos tengan acceso a una experiencia y atención médica de calidad, independientemente de dónde se encuentren.

fuente: i sanidad

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